
LA LINTERNA DE PAPEL
PARA LLORAR A MARES
Por Víctor Bórquez Núñez.-
La silenciosa partida de la actriz Marés González, Premio Nacional de Arte 2003, quien falleció la noche del sábado pasado producto de una falla multisistémica, nos golpea dolorosamente. La conocida artista de 83 años, sufría un cáncer al paladar, falleció en la UCI del Hospital Barros Luco, despidiéndose de este mundo con la distinción que le conocimos y con el imborrable recuerdo que nos dejó para quienes tuvimos el honor de ser sus anfitriones cuando, recién galardonada, visitó Antofagasta junto al cineasta Patricio Ibar Espinoza, para mostrarnos el cortometraje ‘Un regalo para el alma’, donde ella era la protagonista.
Nacida en 1925 en Misiones, Argentina, con el nombre de María Inés González Castro, su carrera comenzó estudiando moda en Buenos Aires. En Chile, su primer trabajo en Santiago fue de dibujante para la Editorial Zig-Zag, para después derivar de manera incontenible al teatro, ingresando a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, de donde se licenció en 1952.
Con una destacada trayectoria en las tablas, que partió con el clásico 'Fuenteovejuna' del Teatro Experimental, María Inés derivó a Marés, como decidió apodarse ella misma, siendo siempre considerada como una diva a la cual le encantaba jugar a ser la villana más dura de las teleseries.En teatro, sus grandes interpretaciones fueron en roles femeninos importantes, tales como en 'Hedda Gabler', de Ibsen en 1956; 'El círculo de tiza caucasiano' de Brecht en 1963 y 'Santa Juana' de Shaw en 1965. Culminó su dilatada carrera en los escenarios con su participación en la obra 'Provincia kapita', en 2004.
Cuando la conocimos en Antofagasta, ella venía de vuelta de premios, aplausos y reconocimientos. Compartimos dos días intensos y hablamos de lo humano y lo divino. Fue de esas veladas que se añoran y atesoran porque uno sabe que marcan a fuego. Ahora que se retiró en silencio, sin alardes ni titulares, sólo me cabe el consuelo de saber que vivirá por siempre en las imágenes de ese DVD donde es Alma, una diva que vive semi postrada, soñando con sus días de gloria y que es rescatada por un amigo que la ama entrañablemente. Grande Marés, para llorarla a mares.
PARA LLORAR A MARES
Por Víctor Bórquez Núñez.-
La silenciosa partida de la actriz Marés González, Premio Nacional de Arte 2003, quien falleció la noche del sábado pasado producto de una falla multisistémica, nos golpea dolorosamente. La conocida artista de 83 años, sufría un cáncer al paladar, falleció en la UCI del Hospital Barros Luco, despidiéndose de este mundo con la distinción que le conocimos y con el imborrable recuerdo que nos dejó para quienes tuvimos el honor de ser sus anfitriones cuando, recién galardonada, visitó Antofagasta junto al cineasta Patricio Ibar Espinoza, para mostrarnos el cortometraje ‘Un regalo para el alma’, donde ella era la protagonista.
Nacida en 1925 en Misiones, Argentina, con el nombre de María Inés González Castro, su carrera comenzó estudiando moda en Buenos Aires. En Chile, su primer trabajo en Santiago fue de dibujante para la Editorial Zig-Zag, para después derivar de manera incontenible al teatro, ingresando a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, de donde se licenció en 1952.
Con una destacada trayectoria en las tablas, que partió con el clásico 'Fuenteovejuna' del Teatro Experimental, María Inés derivó a Marés, como decidió apodarse ella misma, siendo siempre considerada como una diva a la cual le encantaba jugar a ser la villana más dura de las teleseries.En teatro, sus grandes interpretaciones fueron en roles femeninos importantes, tales como en 'Hedda Gabler', de Ibsen en 1956; 'El círculo de tiza caucasiano' de Brecht en 1963 y 'Santa Juana' de Shaw en 1965. Culminó su dilatada carrera en los escenarios con su participación en la obra 'Provincia kapita', en 2004.
Cuando la conocimos en Antofagasta, ella venía de vuelta de premios, aplausos y reconocimientos. Compartimos dos días intensos y hablamos de lo humano y lo divino. Fue de esas veladas que se añoran y atesoran porque uno sabe que marcan a fuego. Ahora que se retiró en silencio, sin alardes ni titulares, sólo me cabe el consuelo de saber que vivirá por siempre en las imágenes de ese DVD donde es Alma, una diva que vive semi postrada, soñando con sus días de gloria y que es rescatada por un amigo que la ama entrañablemente. Grande Marés, para llorarla a mares.
fotografía: Pablo Navarrete (Director de arte y productor), Marés González (Actriz), Patricio Espinoza Aibar (Director), Roy Ciampy (Editor) Avant Premiere del film "Un Regalo para el Alma" Antofagasta 2003
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